Summary Block
This is example content. Double-click here and select a page to feature its content. Learn more
Summary Block
This is example content. Double-click here and select a page to feature its content. Learn more

Testi

Testi

Testi

Testi

Jake y El Glub Nefasto - G.A. Franks

Jake y El Glub Nefasto - G.A. Franks

Traducido por Gabriela Real

Jake y El Glub Nefasto - G.A. Franks

Extracto del libro

Fue alrededor de la hora del té cuando las cosas empezaron a ir mal para Jake... Acababa de terminar su último día de clase antes de las vacaciones de verano, por lo que debería haber sido la mejor hora del té de todo el año. (Excepto quizás la víspera de Navidad, pero no el día de Navidad. La hora del té  del día de Navidad realmente no es tan buena porque todos los regalos ya han sido  abiertos y Nana siempre quiere ver a la Reina, pero la Reina es realmente aburrida y la hora del té significa que el día de Navidad está a punto de terminar, lo que es una mierda porque entonces pasa una eternidad hasta la próxima Navidad).

Pero Jake había decidido que  definitivamente era una gran hora del té  porque tenía todas las vacaciones de verano extendiéndose frente a él  —¡seis semanas enteras sin escuela! ¡Eso era mil ocho horas sin tener que escuchar a la señorita Pillsbury hablar de cosas aburridas de la escuela! (Sabía que eran mil ocho horas, porque lo había comprobado). Seis semanas eran una eternidad, bien podría haber sido para siempre. Durante el último mes había pasado cada hora  con su mejor amigo Ajay, planeando viajes a la playa o al parque junto al faro, o al bosque mágico en la cima de la colina. Incluso habían planeado un viaje en barco a la isla Clod.

Como era su costumbre, Jake se quitó alegremente la corbata de la escuela y se zampó primero los peores trozos de la comida, para quitárselos rápidamente de encima     . El apio se acabó rápidamente, pero ni siquiera ha llegado al pastel de cerdo y encurtidos, y mucho menos a las patatas fritas, cuando la mejor hora del té del año se convirtió de repente en un completo desastre...

“Te he inscrito en un concurso de lectura de verano en la biblioteca de la ciudad”, dijo mamá despreocupada, con ese tono de voz especial que suelen usar las mamás  y que suena alegre pero que en realidad tiene un toque peligroso. “Todo lo que tienes que hacer es leer tres libros durante las vacaciones y ganarás una bolsa llena de regalos ”, sonrió, agitando un folleto con entusiasmo. “¡Mira, si participas  calcomanías y separadores de libros,  e incluso un videojuego... te encantan los videojuegos!”

El corazón de Jake se hundió . En el fondo, sabía que ella tenía buenas intenciones, pero —considerando que se supone que son tan inteligentes ¡no es ningún secreto que a veces los adultos pueden ser realmente estúpidos! “Mamá”, se quejó, mirando el folleto con desconfianza. “No será un juego de verdad; solo será una porquería vieja de programa de computadora. ¡Probablemente se llamará algo realmente tonto, como Aventuras de lectura súper divertidas o algo así!”

Incluso antes de que terminara de hablar, Jake supo que estaba en problemas, pero no pudo contenerse. A veces tenía lo que él llamaba “los impulsos”. Se acumulaban en su interior y era incapaz de detenerlos. Su mamá  y la señorita Pillsbury le dijeron que debería tratar de ignorarlos y pensar en cosas tranquilizadoras, pero cuando lo intentaba, el impulso no desaparecía. Simplemente se acumulaba y se acumulaba haciendo que se sintiera nervioso e irritado hasta que lo dejaba salir. A veces el impulso podría ser hacer algo, tocar algo, o —como esta vez— decir algo. Antes de que Jake pudiera detenerse, el impulso ganó, y las palabras enfadadas empezaron algo así como a... caer de su boca. Incluso mientras hablaba, se imaginó a una versión diminuta de sí mismo parada sobre su lengua, intentando desesperadamente de atrapar las palabras en una red antes de que pudieran escapar. Pero el “     Mini-Jake” era demasiado lento y todas las palabras salieron y mamá se enfadó y el almuerzo se arruinó.

“Bueno, ya te inscribí y lo harás”     , espetó. “No puedes pasar todo el verano sin leer, ¿qué diría la señorita Pillsbury?” Jake consideró esto por un momento. En realidad, no estaba seguro de lo que diría la señorita Pillsbury. Sabía que ella quería que leyera cuando estaba en la escuela, porque era su maestra y él era su alumno y era su trabajo asegurarse de que siguiera leyendo. Pero por su vida, no podía decidir qué diría ella de que participara en un concurso de lectura en la biblioteca durante las vacaciones escolares. En todo caso, estaba bastante seguro de que la señorita Pillsbury probablemente le diría que se fuera para poder seguir disfrutando de sus propias vacaciones sin enseñarle (Jake sabía muy bien que      la señorita Pillsbury a veces lo encontraba un poco difícil en la escuela, porque hacía las preguntas equivocadas... o demasiadas preguntas... o ninguna pregunta en absoluto si no tenía ganas de hablar porque los demás alumnos estaban siendo demasiado ruidosos y una voz más solo empeoraría las cosas).

En el tiempo que le había llevado considerar esto, mamá ya había empezado a golpear la ensalada de col en su plato de forma realmente ruidosa para que todos supieran que estaba molesta. A pesar de que ella sabía que él odiaba los ruidos fuertes, y de que ya era obvio que estaba molesta, y de que ni el plato ni la cuchara de la ensalada de col tenían culpa alguna. “Sí      leo”, dijo Jake después de que cesaron los golpes. “Leeré mis novelas gráficas, como siempre lo hago. Hay un libro nuevo de Las Garras del Dragón que quiero leer y…” Mamá lo interrumpió con uno de sus suspirosmmm. Un suspirommm es un sonido especial solo de      mamás      que comienza como un ”mmm” de desaprobación antes de convertirse en un suspiro largo y melodramático. Jake estaba seguro de que era su sonido favorito, porque lo hacía con demasiada frecuencia     .      

“¡Jake!”, dijo con su voz firme, —él ya sabía lo que se avecinaba     . “Te lo he dicho mil veces” (lo cual no era cierto, no había estado contando, pero definitivamente NO fueron mil veces, ¡eso simplemente sería tonto y estadísticamente improbable!). “¡Las historietas no son una lectura adecuada!”

Jake podía sentir otro impulso de ira creciendo en su interior. Simplemente no podía entender por qué seguía diciendo esto. ¡Era obvio que las historietas eran lectura      porque tenían palabras que leías!      Y, de todos modos, las novelas gráficas no son historietas, son más grandes, más complicadas y mejores. Simplemente se negaba a verlo porque no se trataban de las ‘cosas aburridas de mamás’, así que ni siquiera se tomaba el tiempo para verlas.

Jake pensó en no decir todo esto por un momento —realmente lo hizo. Pero el impulso se apoderó de él      y, una vez más, las palabras de enfado salieron de su boca y todo se convirtió en una discusión y lo único que podía pensar era que, de alguna manera, su hora del té agradable había salido mal y en cómo se sentía como si las vacaciones de verano se hubieran arruinado incluso antes de empezar.

“La conclusión es esta, Jake”, dijo finalmente mamá, después de que cesaran todos los gritos y de que Sprat saliera corriendo por la puerta abierta del patio hacia el jardín para hacer caca detrás de uno de los gnomos. “Te voy a llevar a la biblioteca mañana y vamos a elegir algunos libros apropiados para que leas estas vacaciones y eso es todo”.

“¿Por qué Lucy no tiene que hacerlo?” Jake miró a su hermana de reojo, que hasta ahora había hecho un buen trabajo escondiéndose detrás del frasco de mayonesa.

“¡¡NO ME METAS EN ESTO, GUSANO!!”


Lucy entró      directamente en modo gritón. Jake odiaba cuando hacía eso, el sonido hizo que le doliera el cerebro y  que sus ojos sobresalieran de su cabeza, lo que      parecía ridículo, “¡SOLAMENTE  PORQUE TÚ SOLO QUIERES LEER ESAS HISTORIETAS ESTÚPIDAS! ¡MAAAMI! ¡DÍSELO!”

Como de costumbre, Lucy había pasado de cero a completamente nuclear en un abrir y cerrar de ojos. No era algo que siempre había hecho, pero desde que empezó la      secundaria era su nueva forma de lidiar con las cosas. Pasaba la mayor parte de su tiempo mirando fijamente su teléfono y gruñendo si alguien le hablaba. Pero en el mismo instante en que algo salía mal, explotaba en una furia ardiente que Jake había notado y que casi siempre era su culpa de alguna manera. Lo hacía sentirse triste, como si su adorable y amable hermana mayor se hubiera ido y hubiera sido reemplazada por una hermana robot malvada de otra dimensión.

“¡DEJA DE GRITAR, LUCY!” gritó mamá, lo que a Jake le pareció profundamente irónico. “Jake, Lucy no tiene que hacerlo porque es mayor que tú y tiene      cursos de verano que hacer y de todos modos, lee libros de verdad. Ahora deja de discutir y cómete la remolacha en lugar de tratar      de esconderla debajo de la carne en conserva”.

Y con eso, Jake supo que toda esperanza estaba perdida y que no había escapatoria      de un viaje aburrido a la biblioteca en su futuro muy cercano.

Jedrek y la Princesa Pirata - David Littlewood

Jedrek y la Princesa Pirata - David Littlewood

Big Ben, El Cobayo Malvado (Archivos De Monstruos Libro 4) - A.E. Stanfill

Big Ben, El Cobayo Malvado (Archivos De Monstruos Libro 4) - A.E. Stanfill